TÍTULO: HIJAS DEL CASTILLO DE DEVERILL (LAS CRÓNICAS DE DEVERILL-2)
AUTORA: SANTA MONTEFIORE
EDITORIAL: UMBRIEL
GÉNERO: NARRATIVA, FICCIÓN HISTÓRICA
SINOPSIS:
En 1925 la guerra y los disturbios de Irlanda han quedado por fin atrás, pero entretanto se han perdido muchas cosas y la vida nunca volverá a ser la misma para Kitty, Bridie y Celia.
El castillo de Deverill, que durante siglos ha sido el hogar de los Deverill en el suroeste de Irlanda, ha ardido hasta los cimientos. Pero la joven y caprichosa Celia Deverill sorprende a todo el mundo al comprar las tierras con la intención reconstruir el castillo y devolverle su antiguo esplendor.
Sin embargo, la crisis financiera de 1929 está a punto de hacer estragos en los lugares más insospechados. Todo lo que parecía seguro vuelve a estar en entredicho, y Celia se enfrenta a la tragedia, a la pérdida de sus seres queridos y a la traición.
OPINIÓN Y VALORACIÓN PERSONAL:
Terminada la segunda parte de lo que yo denomino una gran experiencia de lectura.
Finalizada la revolución, el amor a Irlanda continua muy presente especialmente en la parte de la familia que vive en el condado de Cork. Todos deben ser consecuentes con sus decisiones y los principales protagonistas de Canciones de amor y guerra, quedan un poco en segundo plano para dar paso a sus excéntricos primos ingleses, especialmente a Digby Deverill y a su hija Celia. Esta, arropada por su padre y su marido incapaces de negarle nada, compra el castillo o lo que queda de él con la idea de volverlo a poner en pie; pero en los siguientes años, su vida va a dar muchas vueltas y se va a tener que enfrentar a muchos retos que la harán madurar y evolucionar.
Celia me ha enamorado, pasando de ser un
un personaje bastante frívolo que habita en su mundo, a convertirse en una mujer que podría rivalizar en coraje con su prima Kitty y su amiga de la infancia Bridie.Lo bueno de los personajes de Las crónicas de Deverill es que la autora consigue que sean muy humanos y aunque no estén libres de sombras, seas capaz de entenderles, cosa que no siempre ocurre en los libros. Para mí entender las razones de los personajes (que no estar de acuerdo con ellos siempre), es importante para disfrutar plenamente de la lectura.
Digby Deverill, es otro personaje que me ha gustado mucho, él es un "randlord" (magnate minero durante el auge del oro del S.XIX en Johannesburgo) con unos estilismos algo extremos. Aunque de familia aristocrática, es un hombre que ha trabajado para aumentar su patrimonio y del que iremos sabiendo más cosas conforme avance la narración.
Paralelamente conoceremos más de Bridie Doyle, un personaje que aunque también queda un poco desplazado
(este es, definitivamente el libro de Celia) me ha ido ganando poco a poco,por su corazón roto en mil pedazos y por todo el tiempo que vive en esa soledad que sólo puede darte el dinero sino va acompañado de nada más. Todos ellos son deliciosos, al igual que los secundarios que habitan estos libros, la fantástica pluma de la autora hace que lo sean; algunos con más peso que otros, pero todos con un sentido en la historia, con más o menos apariciones pero perfectamente perfilados. El amor está muy presente en la trama, encontramos historias truncadas por egoísmo, por lealtad, por prohibiciones sociales y legales; otras poco convencionales, malditas o enfermizas, de todo un poco (o no tan poco).
A pesar de que en el primer volumen nos encontrábamos con dos guerras, éste ha sido para mí un libro más triste, con más misterio, más giros, más pérdidas; en el que los personajes van creciendo a la par que la trama, en un periodo en el que se consolida el final de un estilo de vida
Finalizada la revolución, el amor a Irlanda continua muy presente especialmente en la parte de la familia que vive en el condado de Cork. Todos deben ser consecuentes con sus decisiones y los principales protagonistas de Canciones de amor y guerra, quedan un poco en segundo plano para dar paso a sus excéntricos primos ingleses, especialmente a Digby Deverill y a su hija Celia. Esta, arropada por su padre y su marido incapaces de negarle nada, compra el castillo o lo que queda de él con la idea de volverlo a poner en pie; pero en los siguientes años, su vida va a dar muchas vueltas y se va a tener que enfrentar a muchos retos que la harán madurar y evolucionar.
Celia me ha enamorado, pasando de ser un
un personaje bastante frívolo que habita en su mundo, a convertirse en una mujer que podría rivalizar en coraje con su prima Kitty y su amiga de la infancia Bridie.Lo bueno de los personajes de Las crónicas de Deverill es que la autora consigue que sean muy humanos y aunque no estén libres de sombras, seas capaz de entenderles, cosa que no siempre ocurre en los libros. Para mí entender las razones de los personajes (que no estar de acuerdo con ellos siempre), es importante para disfrutar plenamente de la lectura.
Digby Deverill, es otro personaje que me ha gustado mucho, él es un "randlord" (magnate minero durante el auge del oro del S.XIX en Johannesburgo) con unos estilismos algo extremos. Aunque de familia aristocrática, es un hombre que ha trabajado para aumentar su patrimonio y del que iremos sabiendo más cosas conforme avance la narración.
Paralelamente conoceremos más de Bridie Doyle, un personaje que aunque también queda un poco desplazado
(este es, definitivamente el libro de Celia) me ha ido ganando poco a poco,por su corazón roto en mil pedazos y por todo el tiempo que vive en esa soledad que sólo puede darte el dinero sino va acompañado de nada más. Todos ellos son deliciosos, al igual que los secundarios que habitan estos libros, la fantástica pluma de la autora hace que lo sean; algunos con más peso que otros, pero todos con un sentido en la historia, con más o menos apariciones pero perfectamente perfilados. El amor está muy presente en la trama, encontramos historias truncadas por egoísmo, por lealtad, por prohibiciones sociales y legales; otras poco convencionales, malditas o enfermizas, de todo un poco (o no tan poco).
A pesar de que en el primer volumen nos encontrábamos con dos guerras, éste ha sido para mí un libro más triste, con más misterio, más giros, más pérdidas; en el que los personajes van creciendo a la par que la trama, en un periodo en el que se consolida el final de un estilo de vida
(crack del 29) que ya había quedado muy tocado para la aristocracia después de la "Gran Guerra".Debo remarcar que aunque tiene sus momentos, no es un libro lacrimógeno. Tiene sus escenas divertidas también, como no podría ser de otra manera, en una familia en la que su genial matriarca Adeline, cultivaba cannabis para que los miembros de su caótica familia pudieran relajarse.
Sabremos también un poco más de la maldición de los Deverill que afecta a los barones de la familia, conociendo un poco más a Barton Deverill, primer señor del castillo que habita como fantasma en el mismo, dándole un toque sobrenatural muy bien logrado.
Hijas del castillo de Deverill, es un magnífico collage de personajes con una trama fuerte y adictiva. Maravillosamente ambientada en su tiempo, transcurre en diversos escenarios: Nueva York, Irlanda, Londres, Johannesburgo, Buenos Aires, etc.
La autora sabe como crear las incógnitas suficientes para que desees seguir leyendo la tercera parte.
Bellísimo, elegante, trágico por momentos, esperanzador, divertido, brillante. Altamente recomendado para los adictos a las sagas familiares.
PUNTUACIÓN:5/5📚
PUNTUACIÓN:5/5📚