PENSÁNDOLO MEJOR...

TÍTULO: PENSÁNDOLO MEJOR

AUTORA:  KRISTAN HIGGINS

EDITORIAL: LIBROS DE SEDA

GÉNERO: NARRATIVA

SINOPSIS: 

Ainsley O’Leary está preparada para casarse, preparadísima: incluso ha encontrado el anillo de compromiso que su novio guardaba escondido. Lo que no se esperaba es que Eric le diera plantón sin miramientos y lo publicara en un blog que, como no podía ser de otra manera, acaba por hacerse viral. Destrozada y humillada, decide acercarse a su media hermana, Kate, que lucha ella misma para recuperarse tras la pérdida de su marido. Kate siempre ha sido la hermana inteligente, la que estaba segura de sí misma... pero la muerte de Nathan lo ha cambiado todo. Nada de lo que ella tenía por seguro lo es, y en eso se incluye su marido fallecido. Tampoco la gente que aparece tras algo así es aquella a la que esperas. Tras siete años de casi ni hablarse, ahí está Ainsley, una hermana con la que nunca se ha llevado bien. No obstante la pena compartida hace que se sus mundos se acerquen hasta convertirse en uno.Ambas hermanas tendrán que apoyarse para mantenerse a flote y, sobre todo, aprender lo que es una familia; algo inevitablemente imperfecto, y lo que es el amor. ¿Volverán a encontrarlo?

OPINIÓN Y VALORACIÓN PERSONAL:

Quizá existe alguna compensación divina o algo que se le asemeje, pues este año que está siendo de todo menos bonito, me está dejando muy buenas lecturas. Había leído a Kristan Higgins y su serie de libros"Blue Heron" hace tiempo y guardaba de ella muy buen recuerdo. En cuanto Libros de Seda me dio la oportunidad de reseñar este libro, no me lo pensé dos veces. Aprovecho esta entrada para darles gracias por el envío del ejemplar.

Me encantan las historias familiares y sin duda después de leer varios libros de la autora, está claro que son su especialidad.

Kate y Ainsley son hermanas de padre, pero su relación no es la típica de hermanas, pues se llevan unos siete u ocho años de edad  siendo Kate la mayor y además, Aisnley llegó por sus circunstancias a un nucleo familiar ya constituido, siendo la hija de otra mujer. Aunque en su vida todo ha sido aparentemente normal, su personalidad se ha hecho de una manera concreta al igual que la de su hermana Kate.

Ellas son las grandísimas protagonistas de esta historia y es que esta escritora trabaja los personajes al detalle, dotándoles de un aire entre irreverente e irresistible que hace que pases de la risa a la emoción viviendo la historia con ellos. Para este fin, se toma su tiempo en capítulos largos, construyendo una narración en que la trama tiene un ritmo constante, explicando los pequeños y grandes dramas  de la vida con dosis equilibradas de humor.

Kate ha sido soltera prácticamente hasta los cuarenta años, buscando al hombre ideal durante una buena parte de ellos, hasta llegar a un punto en el que ya no es para ella una prioridad.

Tiene un buen trabajo que la hace ser independiente, una amiga íntima con la que salir y divertirse y se siente bastante satisfecha con la vida que lleva. En ese momento de relajación conoce a Nathan, un hombre que de tan estupendo como es, le parece irreal y con el que empieza una sólida relación que termina en matrimonio a los pocos meses. Para desgracia de todos y especialmente de ella, Nathan muere de una manera absurda a los tres meses de casados. 

Ainsley ha sido una niña solitaria con dos hermanastros  mayores, un padre bastante pasota y una singular madrastra. Ha crecido con la sensación de no acabar de encontrar su lugar ni en la familia, ni en el ámbito laboral.

Es amable, adorable y tiene un sexto sentido para detectar las necesidades de los demás que demasiado a menudo pone por delante de las suyas. Esto le sucede especialmente, con su egocéntrico novio Éric, con el que sale desde el instituto y al que ella, se empeña siempre en disculpar. Cuando éste, pasa de querer casarse con ella (con anillo comprado y todo) a romper el compromiso en pocos días y publicarlo en su blog, Aisley se queda sin casa y se muda con su hermana Kate temporalmente, cosa que hará que ambas se apoyen mútuamente pasando por momentos de lo más tragicómicos, juntas y por separado.

Como me encanta la manera de contar las historias de Kristan Higgins, os diré que me ha resultado una lectura deliciosa y que todos sus personajes, los principales y los secundarios, son altamente disfrutables tanto por lo que hablan como por lo que callan, pues descubrir que esconden, se convierte en una especie de actividad interactiva entre escritor y lector y no hablo de misterio, si no de claroscuros y matices. 

 Aunque a veces se le va de la mano alguna situación algo exagerada (pocas) o utiliza en algún momento puntual el recurso de que alguna de las protagonistas hable con el lector, cosa que no me gusta nada, el libro toca muchísimos temas de manera acertada: el duelo, las relaciones de pareja en el S.XXI, las familias disfuncionales, la traición, la culpa, las inseguridades, los roles que adoptamos frente a los demás y la razón de los mismos,etc.

Kate y Ainsley siempre han tenido una relación correcta y cordial (no es cierto que se lleven mal) pero nunca de verdaderas hermanas. En el momento de sus vidas en el que se encuentran, su complicidad irá creciendo y aflorará sin grandes dramas ni reproches el amor que sienten la una por la otra. La autora sabe lo que se hace, crea una historia con todos los elementos para gustar, incluidos abuelos excéntricos, perros adorables, atractivos jefes gruñones y bomberos de calendario. Tiene una buena dosis de romance que me ha encantado.

Debo decir también, que algún personaje secundario, en concreto Candy, me ha parecido que tiene una evolución poco creíble en mi opinión. El libro, al que no le falta algún que otro giro (que aunque se ve venir un poco antes es muy bueno),una ex-esposa antipática, una amiga envidiosa  y una gran dama, ha conseguido arrancarme muchas risas y hasta alguna lagrimita, pues tiene un final muy emotivo. 

  CONCLUSIÓN: 

 Kate y Ainsley han rivalizado durante toda la lectura por mi cariño y al final no he podido elegir a ninguna de las dos. Me han dejado cierta resaca lectora y las he querido a ambas por igual: a Ainsley por su generosidad y por aprender a quererse más. A Kate por no renunciar a la vida y por su objetividad que encaja mucho con su profesión de fotógrafa. A ambas por su sentido del humor.Me ha parecido una historia muy bien contada, con la que he disfrutado mucho y en la que todo va surgiendo de manera muy natural.

 Si no habéis leído a Kristan Higgins, os la recomiendo sin ninguna duda y Pensándolo mejor... es una opción estupenda para descubrirla.

PUNTUACIÓN: 4'5/5📚

"Siempre había intentado ser amable con mi hermanita pequeña, pero de vez en cuando me portaba con dureza (...) Ainsley nos cayó encima sin avisar. Y siempre había una contradicción latente: quería mucho a Ainsley y me sentía muy triste cuando terminaban nuestros fines de semana con papá. Pero si me descubría a mí misma echándola de menos, sentía como si no quisiera a mi madre tanto como debiera"

***

"Me preguntaba si debía pedirle a Kate que fuese mi dama de honor en mi boda, pese que ella no me había pedido ni siquiera que fuese testigo de la suya (...) pero bueno, era mi hermana al fin y al cabo...bueno, mi media hermana, pero eso era lo de menos"

***

" Volver a mi apartamento me hizo sentirme rara. Antes ese sitio era muy importante para mí (...) no obstante, ahora lo sentía simplemente un lugar en el que vivir (...), tras los últimos acontecimientos, me había dado cuenta de que un hogar tiene mucho más que ver con las personas que con los suelos, las habitaciones, los cuadros, las fotos enmarcadas y los armarios. La casa de Nathan nunca fue mi hogar. Sin embargo, él si que lo había sido"