LOS CUATRO VIENTOS

TÍTULO: LOS CUATRO VIENTOS

AUTORA : KRISTIN HANNAH

EDITORIAL: SUMA DE LETRAS

GÉNERO: FICCIÓN HISTÓRICA

SINOPSIS:

Texas, 1921. La Gran Guerra ha terminado y Estados Unidos parece entrar en una nueva era de optimismo y abundancia. Pero para Elsa, considerada demasiado mayor para casarse en una época en la que el matrimonio es la única opción de una mujer, el futuro es incierto. Hasta la noche en que conoce a Rafe Martinelli y decide cambiar la dirección de su vida. Con su reputación arruinada, solo le queda una opción respetable: casarse con un hombre al que apenas conoce.
En 1934, el mundo ha cambiado. Millones de personas se han quedado sin trabajo y los granjeros luchan por conservar sus tierras. Las cosechas se pierden por la sequía, las fuentes de agua se secan y el polvo amenaza con enterrarlo todo. Cada día en la granja de los Martinelli es una desesperada batalla por la supervivencia. Y, como tantos otros, Elsa se ve obligada a tomar una agónica decisión: luchar por la tierra que ama o marchar al oeste, a California, en busca de una vida mejor para su familia.

OPINIÓN Y VALORACIÓN PERSONAL:

Es imposible entender esta novela sin conocer un poco a Elsa Wolcott, residente en Dalhart (Texas) en 1921, que según su acomodada familia es fea y mayor para casarse a sus veinticinco años.

Sin acceso a una educación superior vetada a la mayoría de las mujeres y cuya posibilidad, horroriza a su padre, Elsa tiene un corazón atrevido y  soñador que alimenta sus fantasías  leyendo Fanny Hill o La edad de la inocencia. Su anodina existencia dará un vuelco cuando conozca a Rafe Martinelli y en una huida hacia delante, termine viviendo en una granja agrícola junto a sus suegros ítalo-americanos.

La adaptación de la protagonista a su nueva vida, el nacimiento de sus hijos y el amor a la tierra y a su familia política, marcan los primeros capítulos del libro. En ellos iremos conociendo el carácter de Elsa: una joven estoica, trabajadora y adaptable. Insegura y tímida, pasa los días de puntillas por miedo a molestar y no ser merecedora de lo que tiene. En la granja encuentra una gran aliada en su suegra con la que va tejiendo unos lazos de complicidad y cariño mucho mayores de los que ha tenido nunca con su madre, cosa que me ha gustado mucho, pues la autora huye del cliché suegra-nuera. 
Cuando la sequía que asola la propiedad, se cronifica, todos los miembros de la familia viven bajo una presión insoportable, la de resistir un día más esperando a que llueva, mientras sus provisiones y recursos van desapareciendo día tras día.

Kristin Hannah se toma su tiempo para contarnos esta parte de la historia y nos hace partícipes de la situación desesperada que vivieron tantos granjeros durante la Gran Depresión de EEUU en los años treinta mientras la tierra se secaba, los animales morían y las tormentas de polvo mermaban su salud. 

En la segunda parte del libro, veremos como la situación límite que viven los Martinelli, obliga a Elsa que nunca ha estado sola, a cruzar el pais con sus dos hijos: Loreda una rebelde e inteligente adolescente y el pequeño Anthony, viajando  a California en busca de una vida mejor. La relación de Loreda con su madre y todas las etapas que atraviesa a lo largo de la historia, es algo que me ha llegado como lectora muchísimo. Soy madre e hija y aunque en circunstancias distintas, me he reconocido en ambas muchas veces. 

El libro me ha gustado mucho y agradezco a Masa crítica de Babelio y a Suma de letras el envío del ejemplar. Me siento realmente afortunada de haberlo podido leer y reseñar. La autora domina la narración magistralmente y además de una prosa casi hipnótica que te mantiene entre sus páginas, tiene un talento especial para crear personajes heroicos, malvados, cretinos, idealistas, melancólicos o rebeldes.

Sus más de quinientas páginas sacuden conciencias y arañan corazones. 

Dramáticamente hermoso y duro, la autora consigue que nos sintamos parte de esa travesía de los que buscan una vida mejor para sus familias sufriendo pobreza, explotación y racismo mientras el amor, la familia, la amistad y la solidaridad, actúan como el motor para no desfallecer.

Esta es la historia de Elsa, capaz de atreverse, romper el espejo en los que los demás la enseñaron a mirarse y encontrar su voz. Un personaje que no para de crecer durante ese viaje físico y emocional, lleno de retos y pesares. Una mujer que canaliza todo lo que ha tenido que reprimir, lo que no ha sido, a través de un enorme amor por sus hijos, pero que a la vez es capaz, llegado el momento, de dejarles tomar su propio camino. 

CONCLUSIÓN:

Este es un libro emotivo no apto para corazones hipersensibles, en el que temes y deseas al mismo tiempo saber el final. Leer a Kristin Hannah duele, pero nunca, al menos esta lectora se arrepiente de ello. Por lo visto cientos de miles de personas en todo el mundo tampoco lo hacen. 

Me encantaría que la historia de los Martinelli y su centavo de la suerte, siguiera con el personaje de Loreda que me ha cautivado por completo. Me parece que el momento histórico en que termina Los cuatro vientos, es un marco incomparable e idoneo para ello.

VALORACIÓN: 5/5📚

"Elsa conocía al dedillo la historia de la moneda, que era la historia de la familia. Tony la había encontrado por la calle en Sicilia, la había cogido y se la había enseñado a Rose. Habían acordado que se trataba de una señal. Un futuro de esperanza. El centavo era el talismán de la familia."

***

"- Hace ocho años los peones mexicanos recolectaban las cosechas de este gran valle-. dijo Jack-. Cruzaban la frontera e iban de hacienda en hacienda trabajando en la recolección (...) Eran invisibles en todo momento para los habitantes de aquí. Hasta que el crack de 29 rompió el sistema y los californianos empezaron a temer por sus empleos. Temían a quien siempre temen los americanos: al forastero."

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"El amor es lo que permanece cuando todo lo demás ha desaparecido. Es lo que debería haber explicado a mis hijos cuando dejamos Texas. Tengo cuarenta años y acabo de aprender esa verdad esencial.

Amor. En el mejor de los tiempos, es un sueño. En el peor, una salvación (...)

Una guerrera nunca se rinde. Una guerrera lucha en nombre de los que son más débiles que ella. Me parece que es algo muy parecido a ser madre."